Una vela no es suficiente...

Iba a escribir sobre Daniel Zamudio, cuando se me quitara el espanto.
Luego por pudor no lo hice, para no ser una más de quienes hablan de él y se espantan con la realidad que no habíamos querido ver o aceptar.

No voy a redundar, simplemente dejaré esta columna de Rodrigo Guendelman, que refleja bastante lo que siento, lo que pienso y lo que creo que hay que hacer.

Solo añado que me molesta, me duele y me enchucha que haya un mártir. Yo no quería un mártir, no creo que Chile haya necesitado un mártir. Él no merecía, o más bien, el no tenía por qué serlo.
Él merecía una vida decente, amar a su pareja, ser feliz, vivir de frente y a la cresta los weones...Merecía algo que no fuimos capaces de darle.

Y me incluyo, porque creo que la maldad puede progresar cuando los buenos callan.
Y muchos callamos demasiado. Ahora no es suficiente encender una vela, no es suficiente condolerse, no es suficiente horrorizarse. Hagamos la accion que corresponde, hagamos la autocrítica, hagamos los cambios.

Sin más, el link a la columna y  a Daniel y su familia, aparte de desearles fuerza, tambien quiero pedirles disculpas, por todas las veces que callé.

Daniel